Esta Leyenda India es un cuento que nos ayuda a no buscar Amarres, Talismanes, Rituales,.. para conservar el Amor, nos inspira para respetar nuestra propia Libertad y la Libertad del compañero, amigo, amante, hermano,..
Este Cuento de Crecimiento Personal nos enseña que cuando nos atamos a otro o permitimos que otro nos ate, ninguna de los dos puede Volar en Libertad.
Este Cuento es muy especial para nosotros porque lo ha ilustrado con mucho talento un magnifico artista y mejor amigo: @glau___. Gracias, muchas gracias!!!
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Cuenta una vieja leyenda de los indios sioux que hasta la tienda del viejo brujo de la tribu llegaron, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta, la más ágil e inteligente de las jóvenes de la tribu.
Cuando el viejo y sabio brujo les recibió, le dijeron:
Nos amamos
Y nos vamos a casar
Y nos queremos tanto que tenemos miedo
Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán.
Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos.
Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
Dinos si hay algo que podamos hacer…
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando sus palabras… miró a la joven a los ojos y le dijo:
Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Has comprendido?
La joven asintió en silencio.
Y tú, Toro Bravo deberás escalar la montaña del trueno y cuando llegues a la cima, encontrar la más bravía de todas las águilas y solamente con tus manos y una red deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta.
Partid ahora mismo para poder volver a tiempo.
Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur…
El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo los pájaros cazados. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe. Orgullosos de su hazaña, los jóvenes enamorados preguntaron:
¿Y ahora? ¿Los mataremos y beberemos el honor de su sangre?
¿Los cocinaremos y comeremos el valor de su carne?
¿Los sacrificaremos a los dioses?
El viejo brujo contestó:
No no haremos nada de eso… simplemente haced lo que os digo: tomad las aves y atadlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero. Cuando estén bien anudadas, soltadlas para que vuelen juntas.
El guerrero y la joven siguieron las indicaciones del brujo y, finalmente, soltaron a los pájaros.
El águila y el halcón intentaron levantar el vuelo pero sólo consiguieron revolcarse en el suelo una y otra vez. Finalmente, irritadas por la incapacidad de volar, las aves arremetieron a picotazos una contra otra hasta arrancarse las plumas y llenarse de heridas.
Los jóvenes retrocedieron horrorizados y el viejo brujo les dijo:
Éste es el conjuro: Jamás olvidéis lo que habéis visto ya que vosotros sois como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, vivirán arrastrándose y, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro.
Si queréis que vuestro amor perdure, volad juntos pero jamás atados.
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Este conjuro sirve para todas las relaciones, no solo para el amor de pareja. No es sano atarse ni pretender atar a un amigo, a una madre, a un hijo, a una hermana,…
Para amar en plenitud, debemos amar nuestra libertad y la libertad del otro… sólo así podremos volar…
Y tú,… ¿a quién estás atado?
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