El cuento de «Las Tres Rejas» es un cuento que nos ayuda a Pensar antes de Hablar, que nos invita a analizar la Información que vamos a compartir y a huir de los rumores y los bulos.
Este Cuento de Crecimiento Personal nos enseña a protegernos y a proteger a otros pasando nuestras Palabras por las Tres Rejas: Verdad, Bondad y Necesidad.
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Érase una vez un joven muy impulsivo que era discípulo de un sabio filósofo. Una mañana tras pasar por el mercado y escuchar una conversación ajena, se fue corriendo a casa de su maestro para decirle:
– Uno de esos a los que consideras amigo estaba hablando de ti con malevolencia, decía que…
El filósofo lo interrumpió:
– Espera, no sigas hablando… ¿ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
El joven, contrariado, preguntó:
– ¿Qué tres rejas?
El maestro, contestó:
– La primera reja es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
– La segunda reja es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
– La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
El joven, negó con la cabeza y cerró sus labios ansiosos de hablar. El maestro, sentenció:
– Si no sabemos si es verdad, ni bueno, ni necesario, no le dediquemos tiempo ni energía, olvidemoslo y atendamos los asuntos que pasen por las tres rejas.
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Las rejas son algunos de los aspectos clave que debemos tener en cuenta para valorar si algo merece o no que lo tomemos en consideración.
A veces sólo nos centramos en el mensaje, pero no atendemos a su fiabilidad, a lo que implica para los demás o a su utilidad… tanto si somos quienes hablamos como si prestamos oídos, contribuimos a sembrar dudas, a minar autoestimas, a perder tiempo, a posponer lo importante…
Las tres rejas nos mantienen a salvo, nos ayudan a tener constructivas conversaciones y nos acercan un poquito más a la felicidad.
Y tus noticias… pasan las rejas de seguridad?