Despersonalización: Cuando te sientes un extraño

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¿Por qué me siento extraño conmigo mismo?

Imagina despertarte una mañana y notar que algo no encaja. Tu reflejo en el espejo parece el de un desconocido, tu voz suena diferente, o el mundo a tu alrededor parece ajeno. Esta sensación puede ser desconcertante y aterradora, pero tiene una explicación psicológica: se trata de la despersonalización.

Muchas personas experimentan episodios de despersonalización en algún momento de su vida, especialmente en períodos de estrés o ansiedad intensa. Sin embargo, cuando estas sensaciones son recurrentes o persistentes, pueden afectar significativamente el bienestar de la persona. En este artículo exploraremos qué es la despersonalización, qué la provoca y cómo podemos reducir sus efectos.

¿Qué es la despersonalización?

La despersonalización es un fenómeno psicológico en el que una persona se siente desconectada de sí misma, como si estuviera observando su vida en tercera persona. Esta experiencia puede manifestarse de varias formas:

  • Sensación de estar separado del propio cuerpo.

  • Dificultad para reconocerse en el espejo.

  • Falta de conexión con pensamientos y emociones.

  • Sensación de automatismo o de actuar sin control.

La despersonalización suele presentarse junto con la desrealización, un estado en el que el entorno parece irreal, distante o borroso. Ambos síntomas forman parte de los trastornos disociativos, aunque también pueden aparecer en episodios de ansiedad, ataques de pánico y estrés postraumático.

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¿Qué provoca la despersonalización?

La despersonalización es un mecanismo de defensa del cerebro ante situaciones de estrés extremo, ansiedad o trauma. Cuando el organismo se enfrenta a una sobrecarga emocional, puede «desconectarse» para evitar el sufrimiento. Es un síntoma disociativo, que en este caso afecta a la percepción del «Yo». 

Algunas de las causas más comunes incluyen:

1. Trastornos de ansiedad y ataques de pánico

Durante un ataque de pánico, el sistema nervioso se activa de forma extrema. La hiperactivación de la amígdala y la corteza prefrontal medial puede desencadenar una respuesta de disociación, generando la sensación de alejamiento de uno mismo.

2. Estrés postraumático (TEPT)

Las personas que han experimentado eventos traumáticos pueden desarrollar despersonalización como mecanismo de protección. Esto es común en víctimas de abuso, violencia o accidentes graves.

3. Consumo de sustancias psicoactivas

El uso de cannabis, alucinógenos y ketamina puede inducir episodios de despersonalización y desrealización. En algunos casos, estas experiencias pueden volverse crónicas.

4. Fatiga extrema y privación del sueño

El agotamiento físico y mental afecta la percepción del yo y del entorno, aumentando la probabilidad de episodios disociativos.

5. Estrés crónico y burnout

Una exposición prolongada al estrés puede afectar la función del sistema nervioso, generando síntomas de despersonalización.

¿Cómo es vivir con despersonalización?

Las personas que experimentan despersonalización describen su día a día con frases como:

  • «Siento que no soy yo, que he perdido mi alma.»

  • «No reconozco mis propias emociones.»

  • «Todo parece lejano, como si no fuera real.»

Esta experiencia puede ser aterradora y generar miedo a estar perdiendo la cordura. Sin embargo, es importante saber que la despersonalización no es un signo de locura ni un trastorno irreversible. Se trata de una respuesta del cerebro que, con el tratamiento adecuado, puede mejorar considerablemente. Si no se trata, en algunos casos, si se agravan los síntomas, puede desembocar en un trastorno de conversión

despersonalización
La sensación de despersonalización suele ser experimentada con mucha angustia

¿Cómo se cura la despersonalización?

La despersonalización no es solo un síntoma pasajero, sino que puede ser una señal de un trastorno de ansiedad o trauma subyacente que requiere intervención profesional. Su tratamiento no se basa únicamente en técnicas de regulación emocional, sino en un enfoque integral que aborde la raíz del problema.

1. Regulación de la ansiedad y el estrés

  • Respiración diafragmática: Inhala profundamente por la nariz, llena el abdomen y exhala lentamente por la boca.

  • Ejercicios de puesta a tierra: Focaliza tu atención en sensaciones concretas (tacto, sonidos, olores) para conectar con la realidad.

  • Meditación y mindfulness: Enfocar la atención en el presente reduce la disociación.

2. Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

  • Reestructuración cognitiva: Identifica y cambia los pensamientos catastróficos sobre la despersonalización.

  • Exposición gradual: Enfrentar progresivamente situaciones temidas ayuda a disminuir la disociación y el miedo asociado.

3. Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)

La ACT es especialmente útil para tratar la despersonalización, ya que no se centra en eliminar la sensación, sino en aprender a convivir con ella sin que afecte la vida de la persona.

  • Defusión cognitiva: Permite tomar distancia de los pensamientos automáticos, evitando que definan la experiencia personal.

  • Aceptación de la experiencia interna: En lugar de luchar contra la despersonalización, se entrena a la persona para aceptarla como una reacción del cerebro ante el estrés. Es la lucha que emprendemos con sintomas de ansiedad el problema, ya que esta lucha es muchas veces lo que intensifica la problemática. 

  • Acción comprometida: Se trabaja en recuperar la conexión con los valores y la identidad personal, promoviendo actividades significativas a pesar de la sensación disociativa.

4. Modificaciones en el estilo de vida

  • Dormir entre 7-8 horas diarias.

  • Realizar ejercicio regularmente.

  • Reducir el consumo de cafeína y alcohol.

5. Tratamiento farmacológico (cuando es necesario)

En casos donde la despersonalización es persistente y afecta significativamente la vida diaria, un profesional de la salud mental puede recomendar antidepresivos ISRS (como sertralina o fluoxetina). Sin embargo, estos deben combinarse con terapia psicológica para ser efectivos a largo plazo.

La despersonalización es un síntoma disociativo que puede ser indicativo de un trastorno de ansiedad, TEPT o estrés crónico. No se trata de una simple sensación pasajera, sino de una señal de que el cerebro está respondiendo a un nivel de malestar elevado. Por ello, es fundamental buscar ayuda psicológica para abordar sus causas y aprender estrategias para manejarla.

Si experimentas despersonalización de forma recurrente, lo más recomendable es acudir a un profesional de la psicología para recibir un tratamiento personalizado.

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Referencias

  1. American Psychiatric Association. (2022). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.). Washington, DC: APA.

  2. Sierra, M. (2009). Depersonalization: A New Look at a Neglected Syndrome. Cambridge University Press.

  3. Hunter, E. C., Sierra, M., & David, A. S. (2004). «The epidemiology of depersonalization and derealization: A systematic review.» Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology, 39(1), 9-18.

  4. Medford, N., & Sierra, M. (2017). «Understanding and treating depersonalization disorder.» CNS Drugs, 31(6), 469-478.

  5. Spiegel, D., Loewenstein, R. J., & Lewis-Fernández, R. (2011). «Dissociative disorders in DSM-5.» Annual Review of Clinical Psychology, 7, 299-322.

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