Antes de comenzar, tienes la opción de realizar el Test Síndrome del Impostor que encontrarás al inicio de este artículo o, si prefieres, puedes leer primero para entender mejor de qué se trata este síndrome y luego hacer el test. Si no estás familiarizado(a) con el síndrome del impostor, te recomendamos leer el artículo primero para obtener una comprensión más profunda antes de evaluar tu situación.
¿Qué es el Síndrome del Impostor?
¿Alguna vez has comenzado un nuevo trabajo o actividad sintiéndote no preparado(a) a pesar de tener los conocimientos necesarios? ¿Sientes la necesidad constante de formarte porque no te consideras lo suficientemente competente? ¿Dudas en aumentar los precios de tus servicios o productos por miedo a no ser merecedor(a) y perder clientes?
Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, podrías estar experimentando el Síndrome del Impostor. Este fenómeno, aunque no se diagnostica clínicamente, es común en muchas personas, especialmente durante momentos de baja autoestima.
Origen e Historia
En 1978, la Dra. Pauline Clance acuñó el término Imposter Phenomenon al observar que ciertos estudiantes, a pesar de su brillantez, dudaban de sus capacidades y temían ser vistos como farsantes. Estas personas, al demostrar sus competencias, temían ser descubiertas como inadecuadas o no suficientemente expertas.
Síntomas y Manifestaciones
Los síntomas del Síndrome del Impostor incluyen:
- Creer que tus éxitos no son merecidos y atribuirlos a la suerte, el azar, o la ayuda externa.
- Falta de confianza en tus propias competencias.
- Miedo a que los demás descubran tu «fraude».
- Inseguridad en ámbitos académicos, laborales y sociales.
- Temor al fracaso en situaciones previamente superadas con éxito.
Factores de Riesgo
El síndrome suele afectar a personas altamente competentes y puede originarse en ambientes familiares exigentes o en situaciones donde la identidad laboral es difusa debido a la variedad de roles desempeñados.
Impacto de Género
Las mujeres, influenciadas por estereotipos y roles tradicionales, pueden ser más susceptibles a experimentar este síndrome.
Comportamientos Limitantes
Los comportamientos asociados con el Síndrome del Impostor incluyen falsa humildad, perfeccionismo extremo, necesidad constante de formación y una tendencia a la hiper-responsabilidad.
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Autoevaluación y Superación con la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)
Para determinar si experimentas este síndrome, el Test Síndrome del Impostor es una herramienta esencial. Superar el síndrome con la ayuda de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) implica adoptar un enfoque más compasivo y aceptador hacia tus propios pensamientos y sentimientos, sin dejar que definan tu valor o capacidades.
Estrategias de Reflexión Ampliadas con ACT
Anota cada éxito o fracaso, evaluando su origen: Usa un diario para registrar tus experiencias, pero en lugar de juzgarlas, obsérvalas desde una posición de curiosidad y apertura.
Reflexiona sobre tus anotaciones al día siguiente: Al revisar tus notas, practica la desidentificación de tus pensamientos. Reconoce que «tener un pensamiento» no es lo mismo que «ser ese pensamiento».
Compara tus percepciones con las opiniones de otros: Aunque es valioso considerar cómo los demás te ven, la ACT te anima a no depender exclusivamente de la validación externa. En su lugar, enfócate en actuar de acuerdo con tus valores y lo que es importante para ti, más allá de la aprobación de los demás.
Incorporando los Principios de ACT
Aceptación: Aprende a aceptar tus pensamientos y sentimientos sobre el éxito y el fracaso sin luchar contra ellos. La aceptación no significa resignación, sino reconocer tu experiencia interna sin juicio crítico.
Valores: Identifica lo que realmente valoras en tu vida y carrera. Deja que estos valores guíen tus acciones, no tus miedos o inseguridades.
Compromiso con la acción: Determina pasos concretos que puedes tomar para vivir de acuerdo con tus valores, incluso cuando experimentes dudas o temores. El compromiso con la acción te ayuda a construir una vida rica y significativa, alineada con lo que más te importa.
Al integrar estas prácticas de la ACT en tu vida, puedes comenzar a cambiar tu relación con los pensamientos y sentimientos asociados al síndrome del impostor, moviéndote hacia una vida más auténtica y satisfactoria, donde tus acciones reflejan tus valores y no tus miedos.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Clance, P. R., & Imes, S. A. (1978). The imposter phenomenon in high achieving women: Dynamics and therapeutic intervention. Psychotherapy: Theory, Research & Practice, 15(3), 241–247. https://doi.org/10.1037/h0086006
Young, V. (2011). The secret thoughts of successful women: Why capable people suffer from the impostor syndrome and how to thrive in spite of it. Crown Publishing Group.
Harris, R. (2008). The happiness trap: How to stop struggling and start living: A guide to ACT. Trumpeter Books.