El condicionamiento clásico, también conocido como condicionamiento pavloviano, es una de las bases fundamentales de la psicología del aprendizaje. Desde sus primeras investigaciones por Iván Pavlov hasta su conceptualización en términos modernos, este fenómeno ha permitido entender cómo los organismos asocian estímulos y generan respuestas. Pero, ¿qué hace tan especial a este proceso y cómo se relaciona con nuestra vida diaria? Sigue leyendo para descubrir los pilares que sustentan esta teoría psicológica.
Orígenes del Condicionamiento Clásico
El condicionamiento clásico fue descrito inicialmente por Pavlov, quien observó cómo los perros aprendían a salivar ante la presencia de estímulos inicialmente neutros (como el sonido de una campana) al asociarlos con la llegada de comida. Posteriormente, B.F. Skinner amplió estas ideas bajo el término de condicionamiento respondiente, consolidando su importancia en el campo del aprendizaje. Para un conocimiento más extenso de la historia del condicionamiento clásico puedes leer un artículo que ya publicamos hace un tiempo.
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Equipotencialidad de Estímulos: ¿Todos los Estímulos Son Iguales?
En los inicios del estudio del condicionamiento clásico, se planteó la hipótesis de la equipotencialidad de estímulos, que defendía que todos los estímulos tenían una capacidad igual para formar asociaciones. Sin embargo, esta idea fue desafiada por investigaciones que demostraron lo contrario. No todos los estímulos se asocian con la misma facilidad; algunos son intrínsecamente más propensos a ser condicionados debido a su relevancia evolutiva. Por ejemplo, estímulos que están directamente relacionados con la supervivencia —como alimentos, depredadores o señales de peligro— son más fáciles de asociar. Esto se debe a que nuestra evolución nos ha preparado para responder rápidamente a estos estímulos, asegurando nuestra adaptación al entorno. Por otro lado, estímulos menos relevantes, como objetos inofensivos o sonidos sin significado específico, tienden a requerir más tiempo o incluso a no generar asociaciones sólidas.
Teoría de la Preparación o de la Predisposición de Seligman
Para profundizar en este fenómeno, el psicólogo Martin Seligman propuso la teoría de la preparación o de la predisposición, que explica por qué ciertas asociaciones se forman con mayor facilidad que otras. Según Seligman, nuestra evolución ha «preparado» a los organismos para aprender de manera más rápida y efectiva aquellas asociaciones que tienen valor adaptativo. Estas son conocidas como asociaciones preparadas y permiten responder con rapidez a amenazas comunes, como el miedo a serpientes, alturas o fuego, las cuales representaron riesgos significativos para nuestros antepasados.
En contraste, existen las asociaciones contrapreparadas, que son difíciles de adquirir porque no tienen un beneficio claro en términos de supervivencia. Por ejemplo, desarrollar miedo a objetos cotidianos o neutros no tiene una ventaja adaptativa. Esta teoría también explica por qué, en algunos casos, ciertas asociaciones son prácticamente imposibles de formar, incluso bajo condiciones de aprendizaje intensivo.
En esencia, Seligman nos ayuda a entender cómo las predisposiciones biológicas influyen en el proceso de aprendizaje, revelando que no todas las conexiones entre estímulos y respuestas son igualmente probables, sino que están moldeadas por nuestra historia evolutiva.
Contigüidad de los Estímulos: La Clave Temporal
La contigüidad de los estímulos es un principio esencial en el condicionamiento clásico, que establece que para que se forme una asociación entre dos estímulos, estos deben presentarse de manera temporalmente cercana. Por ejemplo, si el sonido de una campana (estímulo neutro, EN) precede inmediatamente la presentación de comida (estímulo incondicionado, EI), el organismo tiene más probabilidades de asociar ambos estímulos y desarrollar una respuesta condicionada (RC), como la salivación en el caso de los perros de Pavlov.
Sin embargo, aunque la proximidad temporal es importante, no garantiza por sí sola el aprendizaje. Aquí es donde entra en juego el concepto de contingencia. La contingencia se refiere a la relación predictiva entre los estímulos: el EN debe ser un indicador confiable de que el EI va a ocurrir. Para entender la diferencia, imagina dos escenarios:
Contigüidad sin contingencia: Si el sonido de la campana (EN) y la comida (EI) se presentan temporalmente próximos, pero la comida aparece en ocasiones sin que la campana suene, la relación predictiva se debilita y la asociación será más difícil de aprender. Aunque hay proximidad en el tiempo, el organismo no puede confiar en que la campana predice consistentemente la llegada de la comida.
Contigüidad con contingencia: Si la campana (EN) siempre suena justo antes de que aparezca la comida (EI), y nunca hay comida sin que la campana suene, el organismo aprenderá rápidamente la asociación. En este caso, el EN no solo está temporalmente cerca del EI, sino que también lo predice de manera fiable.
Por tanto, aunque la contigüidad es una condición necesaria, no es suficiente para garantizar el aprendizaje. La contingencia, o la capacidad del estímulo neutro de predecir el estímulo incondicionado, es lo que realmente consolida la asociación en el condicionamiento clásico. Sin esta relación lógica y consistente, la proximidad temporal pierde su efectividad.
Contingencia: La Relación Predictiva
La contingencia, introducida por Rescorla, es un principio fundamental en el condicionamiento clásico que complementa a la contigüidad. Este concepto establece que para que un estímulo neutro (EN) se convierta en un estímulo condicionado (EC), debe predecir de manera fiable la aparición del estímulo incondicionado (EI). En otras palabras, el EN se convierte en EC solo si el organismo percibe que está relacionado consistentemente con el EI, creando una relación de confianza o expectativa entre ambos estímulos.
Por ejemplo, en un paciente con agorafobia, una situación como entrar a un supermercado (EN) podría volverse un estímulo condicionado (EC) si, de manera repetida, cada vez que el paciente se encuentra en ese entorno, experimenta síntomas físicos intensos como taquicardia o mareo (EI). Si esto ocurre con suficiente frecuencia, el paciente puede aprender a asociar la experiencia de estar en un supermercado con una sensación de peligro, lo que lleva a la aparición de una respuesta condicionada (RC): ansiedad o evitación del lugar.
Componentes del Condicionamiento Clásico
Veamos cómo se aplican los elementos del condicionamiento clásico utilizando tanto el ejemplo del perro de Pavlov como el de un paciente con agorafobia:
Estímulo incondicionado (EI):
Es el estímulo que provoca una respuesta natural y automática, sin necesidad de aprendizaje.
- Ejemplo del perro: La comida es un EI porque provoca automáticamente salivación en el perro.
- Ejemplo del paciente: En el caso del paciente con agorafobia, el EI podría ser una sensación de mareo o taquicardia que surge de manera espontánea, quizá debido a factores fisiológicos o psicológicos.
Respuesta incondicionada (RI):
Es la reacción automática al EI.
- Ejemplo del perro: La salivación del perro al ver la comida es la RI, ya que ocurre de forma natural y sin aprendizaje previo.
- Ejemplo del paciente: La ansiedad intensa que el paciente experimenta como respuesta al mareo o la taquicardia es la RI, ya que también ocurre de manera automática.
Estímulo neutro (EN):
Es un estímulo que, en un principio, no provoca ninguna respuesta relevante.- Ejemplo del perro: El sonido de la campana es un EN al inicio, ya que no genera ninguna reacción en el perro por sí mismo.
- Ejemplo del paciente: El supermercado comienza siendo un EN, ya que originalmente no genera ninguna respuesta de ansiedad por sí mismo.
Estímulo condicionado (EC):
Surge cuando el EN se asocia repetidamente con el EI, adquiriendo la capacidad de provocar una respuesta.- Ejemplo del perro: Después de varios ensayos donde el sonido de la campana (EN) precede a la comida (EI), la campana se convierte en un EC, ya que ahora provoca salivación incluso sin comida.
- Ejemplo del paciente: Después de varias experiencias en las que el paciente siente mareo o taquicardia (EI) al entrar al supermercado (EN), este lugar se convierte en un EC, provocando ansiedad incluso sin que los síntomas físicos estén presentes.
Respuesta condicionada (RC):
Es la respuesta aprendida que ocurre como resultado del EC.- Ejemplo del perro: La salivación al escuchar la campana, sin que haya comida presente, es la RC. El perro ha aprendido a asociar el sonido de la campana con la comida.
- Ejemplo del paciente: La ansiedad intensa o evitación del supermercado es la RC. El paciente ha aprendido a asociar el supermercado con la aparición de sensaciones físicas desagradables, aunque estas no necesariamente ocurran en ese lugar.
Estos ejemplos ilustran cómo los mismos componentes del condicionamiento clásico pueden aplicarse tanto al comportamiento de un perro al asociar estímulos relacionados con comida, como al desarrollo de una respuesta de ansiedad en un paciente con agorafobia. En ambos casos, el aprendizaje ocurre a través de la repetición de experiencias en las que un estímulo neutro se asocia con un estímulo incondicionado, creando una respuesta condicionada que puede persistir en el tiempo.
Respuestas Preparatorias y Consumatorias
El investigador Jerzy Konorski introdujo una distinción clave en el condicionamiento clásico al clasificar las respuestas generadas en dos categorías principales: respuestas preparatorias y respuestas consumatorias.
Respuestas preparatorias:
Estas son respuestas que preparan al organismo para interactuar con el estímulo, ajustando su comportamiento de manera anticipatoria. Su función principal es permitir que el organismo se posicione de manera adecuada para responder al estímulo condicionado o incondicionado.
- Ejemplo del perro: En el caso del perro de Pavlov, una respuesta preparatoria sería que el animal se acerque al lugar donde suele aparecer la comida al escuchar la campana (EC), anticipando la llegada del alimento.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: Para un paciente con agorafobia, una respuesta preparatoria podría ser comenzar a hiperventilar o buscar una salida cercana al entrar en un supermercado (EC), anticipando una posible situación incómoda o de peligro percibido.
Respuestas consumatorias:
Estas son respuestas más específicas y están relacionadas con la finalización de la interacción con el estímulo. Su función es satisfacer una necesidad o completar un proceso iniciado con la respuesta preparatoria.
- Ejemplo del perro: La salivación y el acto de comer cuando la comida finalmente llega son respuestas consumatorias, ya que completan la interacción con el estímulo incondicionado.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: En el caso del paciente, una respuesta consumatoria sería salir rápidamente del supermercado o evitar entrar por completo, lo cual satisface la necesidad de reducir la ansiedad que el lugar genera.
Medida de la Respuesta Condicionada
Para evaluar el grado de aprendizaje en el condicionamiento clásico, se han establecido varios parámetros que permiten medir la respuesta condicionada (RC) con precisión:
Amplitud o intensidad:
Este parámetro mide la fuerza de la RC.
- Ejemplo del perro: En el caso del perro, una alta intensidad se reflejaría en una mayor cantidad de saliva generada al escuchar la campana (EC).
- Ejemplo del paciente con agorafobia: Para el paciente, una alta amplitud de la RC podría manifestarse en crisis de pánico intensas al entrar al supermercado (EC).
Latencia:
Se refiere al tiempo que transcurre entre la presentación del estímulo condicionado (EC) y la aparición de la RC.- Ejemplo del perro: Una menor latencia se observaría si el perro comienza a salivar inmediatamente después de escuchar la campana.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: En el caso del paciente, una menor latencia significaría que los síntomas de ansiedad (RC) aparecen en cuanto entra al supermercado.
Frecuencia:
Este parámetro mide la cantidad de ensayos en los que la RC se presenta, indicando la consistencia del aprendizaje.- Ejemplo del perro: Una alta frecuencia implica que el perro saliva en casi todos los ensayos al escuchar la campana.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: En el paciente, una alta frecuencia se reflejaría en que la ansiedad surge de manera constante cada vez que visita un supermercado.
Resistencia a la extinción:
Mide la persistencia de la RC cuando la relación entre el estímulo condicionado (EC) y el estímulo incondicionado (EI) se elimina. Una RC resistente a la extinción persiste incluso cuando el EC deja de asociarse con el EI.- Ejemplo del perro: El perro continúa salivando al escuchar la campana incluso después de varios ensayos en los que no se presenta comida.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: El paciente podría seguir experimentando ansiedad en el supermercado incluso después de varias visitas donde no ocurren síntomas físicos como mareos o taquicardia.
Estos parámetros no solo permiten analizar el grado de aprendizaje, sino que también ayudan a identificar patrones específicos en cómo diferentes organismos responden a los estímulos, proporcionando una base para intervenciones terapéuticas en casos como la agorafobia.
Fenómenos Dentro del Condicionamiento Clásico
El aprendizaje en el condicionamiento clásico no es un proceso lineal, sino dinámico y flexible. Existen diversos fenómenos que ayudan a comprender cómo las asociaciones aprendidas pueden cambiar o mantenerse en distintas condiciones. A continuación, se explican con ejemplos concretos:
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Extinción:
La extinción ocurre cuando el estímulo condicionado (EC) se presenta repetidamente sin el estímulo incondicionado (EI), lo que lleva a una disminución gradual de la respuesta condicionada (RC).- Ejemplo del perro: Si el sonido de la campana (EC) se presenta varias veces sin que aparezca la comida (EI), el perro eventualmente dejará de salivar (RC).
- Ejemplo del paciente con agorafobia: Si el paciente entra al supermercado (EC) en varias ocasiones sin experimentar mareos o taquicardia (EI), la ansiedad (RC) podría disminuir con el tiempo.
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Recuperación espontánea:
La recuperación espontánea se refiere a la reaparición de la RC tras un período de descanso, incluso si no ha habido nueva asociación entre el EC y el EI.- Ejemplo del perro: Después de un tiempo sin escuchar la campana, el perro puede volver a salivar ligeramente al escucharla, aunque no se haya presentado comida durante los ensayos anteriores.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: Aunque la ansiedad haya disminuido después de varias visitas al supermercado, podría reaparecer en una nueva visita tras un período de tiempo sin exposición al lugar.
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Generalización:
La generalización ocurre cuando el organismo responde a estímulos similares al EC original, aunque no sean idénticos.- Ejemplo del perro: Si el perro salivaba al escuchar una campana específica, podría también salivar al escuchar un sonido similar, como el timbre de una puerta.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: El paciente podría sentir ansiedad al entrar a otros lugares parecidos al supermercado, como grandes almacenes o centros comerciales.
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Discriminación:
La discriminación es la capacidad de diferenciar entre el EC específico y otros estímulos similares, respondiendo solo al EC original.- Ejemplo del perro: El perro salivaría solo al escuchar la campana con el tono específico que se asoció con la comida, pero no reaccionaría a sonidos similares.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: El paciente podría experimentar ansiedad solo en el supermercado específico donde tuvo sus síntomas iniciales, pero no en otros supermercados.
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Contracondicionamiento:
El contracondicionamiento implica aprender una nueva respuesta que es opuesta a la RC original, debilitando así la asociación previa.- Ejemplo del perro: Si durante la presentación de la campana el perro es acariciado o recibe otro estímulo positivo, podría dejar de salivar al escuchar la campana y en su lugar mostrar una respuesta de calma.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: Si el paciente es entrenado para asociar el supermercado con sensaciones positivas, como relajación o satisfacción, podría reemplazar su ansiedad con una respuesta de tranquilidad.
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Renovación:
La renovación ocurre cuando la RC, previamente extinguida en un contexto determinado, reaparece al cambiar de contexto.- Ejemplo del perro: Si el perro dejó de salivar al escuchar la campana en el laboratorio donde se realizó la extinción, podría volver a salivar al escucharla en un ambiente diferente, como en casa.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: Aunque el paciente deje de sentir ansiedad en un supermercado donde practicó la extinción, podría volver a sentirla al visitar un supermercado en otra ciudad.
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Restablecimiento:
El restablecimiento se da cuando la RC reaparece tras reintroducir el EI después de un proceso de extinción.- Ejemplo del perro: Si después de la extinción se vuelve a presentar comida (EI) junto con la campana (EC), la salivación (RC) reaparece rápidamente.
- Ejemplo del paciente con agorafobia: Si después de varias visitas tranquilas al supermercado (extinción) el paciente vuelve a experimentar mareos o taquicardia (EI) en ese lugar, la ansiedad (RC) podría reaparecer.
Estos fenómenos demuestran que el aprendizaje en el condicionamiento clásico no solo implica la adquisición de nuevas respuestas, sino también su modulación en función del contexto, la experiencia y los estímulos asociados.
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Referencias
- Pavlov, I. P. (1927). Conditioned Reflexes: An Investigation of the Physiological Activity of the Cerebral Cortex. Oxford University Press.
- Rescorla, R. A. (1967). «Pavlovian conditioning and contingency». Psychonomic Science, 4(3), 114-116.
- Seligman, M. E. P. (1971). «Phobias and preparedness». Behavior Therapy, 2(3), 307-320.