¿Qué ocurre cuando el sufrimiento no se puede «curar», sino solo sostener? ¿Qué puede hacer la psicoterapia cuando una persona no quiere «funcionar mejor», sino simplemente encontrar un sentido para seguir adelante? Estas preguntas abren la puerta a uno de los enfoques más profundos y complejos de la psicología: la psicoterapia existencial de Rollo May.
Quién fue Rollo May y por qué su obra sigue siendo relevante
Rollo May (1909-1997) fue un psicólogo y psicoterapeuta estadounidense, considerado el principal impulsor de la psicología existencial en Estados Unidos. A menudo vinculado a la corriente humanista, su enfoque se distingue por incorporar las dimensiones trágicas de la vida humana: la muerte, la soledad, la ansiedad, la libertad o el vacío de sentido.
En obras como Love and Will (1969), May exploró las tensiones entre el deseo de conexión emocional y la necesidad de afirmarse como individuo. Su pensamiento se nutre de la filosofía existencial europea (Sartre, Kierkegaard, Heidegger), pero traducido a un lenguaje clínico y humano. A día de hoy, quien descubre y se pregunta «¿qué es la teoría de Rollo May?» encuentra respuestas que siguen resonando con actualidad.
El enfoque existencial en psicoterapia
La psicoterapia existencial, tal como la desarrolló Rollo May, no busca eliminar el malestar, sino entenderlo como parte constitutiva de la existencia humana. No se trata de «curar» al paciente, sino de acompañarlo a enfrentarse con su libertad, sus elecciones y su sentido vital.
Este enfoque es especialmente útil en procesos de crisis, duelos, transiciones vitales o sensaciones de vacío existencial. En la práctica clínica, se aplica cuando el sufrimiento no responde a una categoría diagnóstica clara, pero sí afecta profundamente a la forma en que la persona vive.
Autores como Irvin D. Yalom, con su enfoque centrado en los «cuatro grandes desafíos existenciales» (muerte, libertad, aislamiento y falta de sentido), o James Bugental, que subraya la importancia de la presencia y la autenticidad del terapeuta, han contribuido de forma decisiva al desarrollo y la aplicación de esta mirada existencial en la práctica clínica. También Viktor Frankl, fundador de la logoterapia, es una figura clave al proponer que el ser humano está motivado por la búsqueda de sentido, incluso en las circunstancias más extremas. Todos estos enfoques, aunque con matices distintos, coinciden en que la angustia no es un fallo que reparar, sino una llamada a una vida más auténtica.
Las etapas del desarrollo existencial según Rollo May
Uno de los aportes clave de May fue la descripción de cuatro actitudes o etapas del desarrollo existencial, que reflejan distintas formas de situarse en la vida. No son fases lineales, sino modos de estar que pueden coexistir o alternarse:
1. Inocencia
Se actúa de manera automática, sin autoconciencia ni responsabilidad.
El libre albedrío se limita a satisfacer necesidades.
Es propia de la infancia, pero también aparece en personas alienadas o dependientes.
2. Rebelión
Surgen los deseos de libertad, pero sin asumir sus consecuencias.
El individuo se opone a lo establecido, pero sin un sentido claro de responsabilidad.
3. Ordinario
Se reconoce la responsabilidad personal, pero se evita mediante la conformidad.
Se adoptan valores tradicionales sin una verdadera reflexión.
Es el modo de vida de muchas personas adultas funcionales, pero desconectadas.
4. Creativo
Representa la existencia más plena y auténtica.
El sujeto acepta su destino, enfrenta su ansiedad y actúa con compromiso.
Aparece la autoactualización, entendida como una vida que se crea con sentido propio.
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Principios básicos de la psicoterapia de Rollo May
El trabajo terapéutico en el enfoque de Rollo May se basa en una serie de principios clínicos fundamentales, que distan mucho de los modelos directivos, interpretativos o centrados en la solución rápida del síntoma. Se trata de una psicoterapia profundamente humana, que requiere una presencia auténtica por parte del terapeuta y una disposición valiente por parte del cliente.
La conciencia de existir
La terapia busca que el cliente experimente su existencia como real y significativa, no como un conjunto de conductas o pensamientos disfuncionales.
La ansiedad, la libertad y la responsabilidad no se conciben como síntomas, sino como condiciones existenciales inevitables, que pueden abrir el camino hacia una vida más auténtica.
La técnica al servicio del encuentro
No hay una técnica universal: cada sesión se construye desde la singularidad del cliente, del vínculo terapéutico y del momento vital que se atraviesa.
Como también propone James Bugental, la técnica debe estar subordinada al encuentro, no al revés. El conocimiento emerge del diálogo genuino entre dos seres humanos.
No interpretar, sino poner de manifiesto
Lejos de modelos interpretativos clásicos, el terapeuta existencial no traduce ni etiqueta, sino que acompaña al cliente a explorar lo que ya está presente en su experiencia.
Se trabaja sobre las resistencias al contacto y se iluminan las formas en que ambos (cliente y terapeuta) pueden estar evitando el encuentro pleno.
La importancia del contexto vital
Cada comportamiento adquiere significado solo dentro de la biografía concreta del individuo. La teoría no se impone, sino que se suspende para dejar hablar a la historia del otro.
Esta postura se relaciona con la actitud fenomenológica, compartida también por Viktor Frankl, donde comprender al otro implica entrar en su mundo, no explicarlo desde fuera.
Comprometerse con la vida
Para May, el compromiso existencial es la expresión más genuina de una vida significativa. Implica elegir, actuar y responsabilizarse, aun sabiendo que el control es limitado.
Esta idea resuena con las propuestas de Irvin Yalom sobre la libertad: la libertad sin compromiso no conduce a la autenticidad, sino al vacío. Por eso, comprometerse no es aferrarse, sino decidirse por aquello que da sentido, incluso en medio de la incertidumbre.
Una psicoterapia para quienes buscan sentido, no soluciones rápidas
En un mundo obsesionado con la productividad, la mejora personal y la eliminación del malestar, la psicoterapia existencial de Rollo May ofrece un espacio radicalmente distinto. No se trata de «superar» los problemas, sino de habitarlos con más profundidad.
Este enfoque ha demostrado ser especialmente valioso con pacientes que no encajan en los modelos más clásicos de intervención, o que atraviesan momentos en los que lo importante no es «mejorar», sino sostenerse, comprenderse y transformarse.
Como terapeutas, adoptar esta mirada implica también hacernos presentes desde nuestra propia humanidad, y no solo desde el conocimiento técnico.
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Referencias
May, R. (1969). Love and Will. New York: W. W. Norton & Company.
Bugental, J. F. T. (1987). The Art of the Psychotherapist. New York: W. W. Norton & Company.
Yalom, I. D. (1980). Existential Psychotherapy. New York: Basic Books.