¡Hola PSYCOlogicos!
Hoy vamos hablar de un nervio que es fundamental para muchas funciones de nuestro organismo, sobre todo para las funciones de relajación, recuperación y reparación de nuestro cuerpo. Veremos qué es el nervio vago, cuáles son sus funciones y, además, aprenderemos varias técnicas para estimularlo y conseguir una mejor salud emocional. Hoy, en nuestro PSYconoce, hablamos del nervio vago.
¿Qué es el nervio vago?
El nervio vago es el nervio más largo de los nervios craneales. Etimológicamente vago viene del latín vagari y no quiere decir que sea lento sino que se extiende por buena parte de la superficie del cuerpo, es decir que vaga de un lugar a otro.
Desde el encéfalo, salen 12 pares de nervios craneales, que conectan nuestro cerebro con el resto de nuestro cuerpo para transmitir o recibir diferente información. Uno de estos pares craneales es el nervio vago. Son pares craneales porque se dividen en dos, en el caso del nervio vago está el derecho y el izquierdo. Estos pares del nervio vago se ocupan del 75% de funciones del sistema parasimpático.
Ya vimos en otro vídeo que existe una ramificación del sistema nervioso que se llama sistema nervioso autónomo, que a la vez se divide en sistema simpático y parasimpático.
El sistema nervioso simpático es el encargado de la alerta y activación de nuestro organismo y el parasimpático se encarga de todo lo contrario, es decir, de las funciones de reposo y reparación de nuestro cuerpo. El sistema parasimpático se activa cuando dormimos o cuando nos relajamos con determinadas actividades, por ejemplo: practicar yoga, escribir, pintar, cantar… y es que cada uno de nosotros sabe bien qué actividades nos relajan, y no tienen porqué coincidir con las de otra persona.
El nervio vago es el eje del sistema nervioso parasimpático y se encarga de los actos involuntarios del cuerpo, como respirar, tragar, hacer circular la sangre y marcar los latidos del corazón.
El nervio vago está implicado en diferentes funciones como la de reducir la intensidad de nuestro ritmo cardíaco, de calmar nuestra respiración, de regular nuestra digestión, de provocar sensaciones en nuestra garganta, lengua y oído, de regular la actividad de los riñones y del hígado, colaborando así, a mejorar nuestro sistema inmunológico.
El nervio vago también interviene en el deseo sexual y en la actividad gastrointestinal, tal como dice la doctora Sarah Ballantyne en su libro The Paleo Approach.
«El estrés, la ansiedad, la depresión e incluso algunas emociones de fuerte carga negativa retardan el funcionamiento del nervio vago. Esto tiene un impacto dramático en la digestión: merma la producción de ácidos estomacales, afecta a la vesícula, reduce el flujo de sangre y la motilidad intestinal e inhibe el sistema inmunológico del intestino. Es por eso que no es conveniente comer cuando se está triste”
Antes de pasar a conocer las técnicas para tonificar el nervio vago, es conveniente saber cuáles son los signos y síntomas que nos avisan cuando a nuestro nervio vago le está faltando tonificación. Veamos los principales:
- Tensión en los músculos de nuestro rostro
- Tener sensaciones raras en la lengua
- Cierta dificultad para saborear los alimentos
- Aparición repentina de náuseas
- Dificultad para tragar
- Sentir que tenemos algo atragantado en la garganta
- Digestiones muy irregulares
- Cambios repentinos en nuestro ritmo cardíaco
- Tensión en los músculos de nuestro rostro
- Sentir que no podemos hablar cuando estamos ansiosos
- Dificultad para socializar
También podemos tener sensaciones raras en el oído, escuchar un constante pitido o zumbido. Técnicamente este molesto pitido es conocido como tinnitus.
Si habéis experimentado estos síntomas, por favor, contadnoslo en los comentarios de este blog para que juntos podamos ampliar la información todo lo posible.
¿Cómo tonificar el nervio vago?
En el 2011, el neurocirujano norteamericano Kevin Tracey probó por primera vez en pacientes la efectividad de un dispositivo que él inventó: el “estimulador del nervio vago”, que se implanta bajo la piel y manda señales eléctricas al nervio errante. Enseguida se adoptó este invento para tratar casos de depresión severa o de epilepsias que no respondían a fármacos.
Además, en 2018, el Journal of Inflammation Research dejó en claro que el estimulador también es eficaz en el tratamiento de un amplio rango de enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoidea, la diabetes y la septicemia (que es una infección generalizada en todo el cuerpo).
“Independientemente de que una persona presente o no síntomas de trastornos digestivos, en medicina funcional siempre tratamos el intestino, y el funcionamiento del nervio vago es una de las variables a tener en cuenta. La ruta intestino-cerebro y cerebro-intestino es siempre parte del diagnóstico”
Diego Rutenberg, Doctor en Medicina Funcional y Director de Holistic Specialists, en Miami.
Técnicas para darle tono al nervio vago
La primera técnica natural para tonificar el nervio vago es muy instintiva y todos la hemos realizado anteriormente, incluso, sin saber muy bien por qué: lavarnos las manos con agua fría y, antes de secarnos, ponernos las manos, húmedas y frías, en la nuca o en la cara. Es un gesto simple, pero, un poco de agua fría en la nuca o la frente hace que nuestro nervio vago se tonifique y active las funciones de calma y reposo. Por eso este gesto instintivo nos relaja y nos hace sentirnos mejor.
Otra forma interesante (y bajo mi punto de vista divertida) de aumentar la tonificación del nervio es hacer gárgaras al menos una vez al día. ¿Durante cuánto tiempo? el doctor Datis Kharrazian en su libro ¿Por qué no funciona mi cerebro? responde a esa pregunta:
“Recomiendo hacer gárgaras hasta que se te caen las lágrimas, porque esto indica que se alcanzó al estímulo”
Otra técnica muy estimulante es cantar. Cantar como si nadie nos escuchase, como cantamos en la ducha o como cuando vamos solos en el coche… como se dice popularmente, cantar dándolo todo. Y es que, al vocalizar con potencia estimulamos los músculos que están cerca de la garganta, haciéndoles vibrar y tonificando la parte inicial del nervio vago.
Aquí, se me ocurre una idea para mezclar dos técnicas: cantar bajo de la ducha mientras nos cae agua fría por la nuca… o agua templada si no tenemos tanta tolerancia al frío…
La siguiente técnica natural para tonificar el nervio vago es una de mis preferidas. Funciona de manera muy parecida a cantar o a hacer gárgaras, pero con esta técnica no solo hacemos vibrar los músculos de nuestra garganta sino que también lograremos que nuestro cuerpo se convierta en una caja de resonancia, haciendo que las ondas viajen en un determinado orden por todo nuestro cuerpo.
Os hablo de la vocalización continua. Es similar a las que vemos en muchas meditaciones con el conocido Ommmmm. Pero un poco diferente. Consiste en llenar nuestros pulmones y emitir una vocal hasta que se nos acabe el aire, comenzamos por la A y continuamos hasta completar las cinco vocales.
Otra técnica natural para tonificar el nervio vago es la risoterapia. Reír, aunque no estemos contentos al principio y tengamos que forzarnos un poco, hace que se estimulen muchos músculos faciales. La carcajada, como cantar y como la vocalización continua hacen vibrar los inicios de nuestro nervio vago. Todos tenemos algún recurso que nos hace reír, o al menos sonreír.
Puede ser una canción, una película, un chiste malo, un recuerdo divertido,… recurramos a estos comodines con mayor frecuencia y, necesitamos un plus, no nos olvidemos de las cosquillas, que funcionan siempre.
La siguiente técnica natural para dar tono al nervio vago es hacer estiramientos. Estirar todo nuestro cuerpo en general y, en particular, el tronco y el cuello facilita que nuestro nervio vago consiga su tono óptimo al quedar más distendido, sin tensiones ni agarrotamientos.
Un equipo formado por el quiropráctico Tashiro Ogura y seis médicos, realizaron un estudio en el que demostraron como los ajustes quiroprácticos influyen de manera muy importante sobre el sistema nervioso. Utilizando una tomografía de emisión de positrones, mostraron cambios cerebrales metabólicos, y un aumento de activación del nervio vago tras liberar la presión nerviosa vertebral con los ajustes.
Es importante recordar que el nervio vago sale del cráneo por un pequeño agujerito entre huesos craneales. La tensión en el cráneo, cervicales o en la parte superior de la espalda puede alterar la forma y posición de este agujerito y causar compresión del nervio, disminuyendo su función.
Otra técnica natural e interesante para tonificar el nervio vago es el masaje terapéutico, sobre todo en los músculos faciales y en el cuello. Al estimular estas zonas damos tono al nervio vago de una forma muy placentera. Si no tenemos acceso a un masajista de manera frecuente, siempre podemos practicar el automasaje. Una buena idea es incluir el automasaje en nuestra rutina de hidratación facial diaria.
La siguiente técnica natural para tonificar el nervio vago es hacer respiraciones diafragmáticas profundas y, si tenemos algo más de tiempo, hacer relajaciones completas como las que tenemos en la sección PSYconsciente de nuestro canal. Las relajaciones ayudan mucho a que el sistema parasimpático se active por medio del nervio vago y a que mejoren las funciones de respiración.
En esta técnica, incluimos además un truco para controlar nuestra ansiedad y para comprobar si nuestro sistema parasimpático se ha activado. Mientras hacemos respiraciones diafragmáticas o relajaciones, tan solo tendremos que fijarnos en si hemos comenzado a salivar.
Si estamos salivando, es señal inequívoca de que el sistema parasimpático está activado… por eso se nos cae la baba cuando dormimos profunda y relajadamente.
Otra técnica natural para tonificar el nervio vago es mejorar nuestra postura corporal. Para implementar esta técnica en nuestra vida, nada mejor que practicar yoga de vez en cuando.
Una conexión interesante del nervio vago, es con nuestro sistema gastrointestinal. El nervio vago actúa y controla algunas de las funciones del sistema gastrointestinal. Todos sabemos que cuando estamos nerviosos y ansiosos sentimos molestias en el estómago, podemos incluso vomitar o tener diarrea. En esta técnica vamos a cuidar nuestro nervio vago cuidando nuestro sistema digestivo a través del consumo de probióticos.
La siguiente técnica natural también tiene que ver con nuestro estómago. Ayunar tonifica el nervio vago. Como dijimos antes, el nervio vago regula el sistema nervioso parasimpático, conocido como “descansa y digiere”. Hacer un ayuno prolongado preserva al nervio vago de entrar en este mecanismo de digestión y mejora su tono.
Ahora veremos algunos trucos rápidos para tonificar el nervio vago rápidamente: bostezar, suspirar, masticar chicle y mover nuestra lengua en círculos apretando fuerte por el interior de los carrillos, labios, etc.
La última técnica natural para tonificar el nervio vago es mi favorita y la que yo recomiendo: la socialización. Es saludable relacionarse frecuentemente con personas de confianza que contribuyan a nuestro bienestar emocional, con personas que nos ayuden a mover nuestro músculos faciales al reír a carcajadas con alguna anécdota.
Y hasta aquí este blog, si te has quedado con ganas de más, te recomendamos ver el vídeo de este Blog que publicamos en YouTube 🙂