¿Alguna vez te has sentido incapaz de cambiar una situación, por más que lo intentes? ¿Has visto a alguien resignarse al maltrato o a la adversidad sin hacer nada? Este fenómeno tiene un nombre y una explicación científica: indefensión aprendida. En este artículo descubrirás en qué consiste, cómo se desarrolla y, lo más importante, cómo se puede superar.
¿Qué es la indefensión aprendida?
La indefensión aprendida es un estado psicológico en el que un individuo, tras experimentar repetidamente situaciones negativas en las que no puede ejercer control, deja de intentar cambiar su realidad, incluso cuando tiene la posibilidad de hacerlo.
Este concepto fue descubierto en 1967 por Martin Seligman y Steven Maier, quienes, a través de un experimento con perros, identificaron un patrón de comportamiento que también se observa en humanos. En esencia, cuando una persona ha intentado sin éxito evitar el dolor o una situación adversa, puede llegar a la conclusión de que sus esfuerzos son inútiles, desarrollando una actitud pasiva ante nuevas oportunidades de cambio.
El experimento de Seligman y Maier (1967)
Para comprender mejor la indefensión aprendida, es crucial conocer el experimento que llevó a su descubrimiento:
Grupo 1: Perros que recibieron descargas eléctricas pero podían detenerlas presionando una palanca. Rápidamente aprendieron a evitar el dolor.
Grupo 2: Perros que recibieron descargas sin posibilidad de escape. No tenían control sobre su situación.
Grupo 3: Perros que no recibieron descargas (grupo de control).
Posteriormente, todos los perros fueron colocados en una jaula donde podían escapar de las descargas saltando una barrera. Mientras que los perros del grupo 1 y 3 aprendieron rápidamente a evitar el dolor, los del grupo 2 simplemente se resignaron a recibir las descargas, sin intentar escapar.
Este hallazgo reveló que la exposición repetida a situaciones incontrolables puede generar un estado de impotencia, afectando la conducta futura incluso cuando las condiciones cambian.
Manifestaciones de la Indefensión Aprendida
La indefensión aprendida no solo afecta a los animales en un laboratorio, sino que también tiene implicaciones profundas en los seres humanos. Se manifiesta en diversos ámbitos:
1. Indefensión Aprendida en la Pareja
Las víctimas de violencia de género o relaciones tóxicas pueden experimentar indefensión aprendida. Tras múltiples intentos fallidos de cambiar la situación o escapar, pueden resignarse a la relación abusiva, creyendo que no tienen alternativas.
2. Indefensión Aprendida en el Trabajo
Un empleado que recibe críticas constantes sin importar su esfuerzo puede perder la motivación y dejar de intentar mejorar su desempeño, sintiéndose atrapado en un entorno laboral hostil.
3. Indefensión Aprendida y la Depresión
Las personas con depresión suelen experimentar una sensación de falta de control sobre su vida, lo que refuerza la desesperanza y la apatía. Al no encontrar soluciones a sus problemas, pueden desarrollar un ciclo de desmotivación y evasión.
Newsletter PSYCOlógicaMENTE
Nuestro Blog de Psicología en tu email
Suscribiéndote aceptas la politica de privacidad
Consecuencias de la Indefensión Aprendida
La indefensión aprendida provoca dos déficits principales:
1. Déficit de Motivación
Cuando una persona cree que no puede influir en su entorno, pierde la voluntad de intentarlo. Esto se observa en equipos deportivos que bajan el rendimiento al verse ampliamente superados por el rival, ya que sienten que cualquier esfuerzo adicional será en vano. También ocurre en estudiantes que, tras varios intentos fallidos de aprobar un examen, dejan de estudiar convencidos de que no lograrán mejorar su desempeño. Otro ejemplo común es el de personas que buscan empleo durante meses sin éxito, perdiendo la motivación para seguir enviando currículums debido a la acumulación de rechazos.
2. Déficit Cognitivo
Se ha demostrado que quienes experimentan indefensión aprendida tienen dificultades para aprender nuevas estrategias de afrontamiento. Este bloqueo puede interferir en la capacidad de adaptación y resolución de problemas. Por ejemplo, un niño que ha sido repetidamente castigado sin entender la razón puede desarrollar la creencia de que no importa lo que haga, será castigado de todas formas, lo que lo lleva a dejar de intentar mejorar su comportamiento. En el ámbito laboral, un empleado que ha sido criticado constantemente sin recibir retroalimentación constructiva puede desarrollar dificultades para aprender nuevas habilidades, ya que asume que cualquier esfuerzo será insuficiente. Asimismo, en la terapia psicológica, algunos pacientes con depresión profunda pueden no responder a nuevas estrategias de afrontamiento porque han interiorizado la creencia de que nada cambiará su situación.
Cómo Salir de la Indefensión Aprendida
Si bien la indefensión aprendida puede generar un impacto profundo en la vida de una persona, existen estrategias psicológicas para superarla:
1. Reestructuración Cognitiva
Ayuda a cambiar la percepción de incontrolabilidad. En la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), se trabaja en la defusión cognitiva, es decir, en aprender a ver los pensamientos derrotistas como eventos mentales y no como verdades absolutas. También se emplea la aceptación para dejar de luchar contra experiencias internas incontrolables y redirigir la energía hacia acciones valiosas.
2. Exposición Gradual a Experiencias de Éxito
Desde ACT, se utiliza la técnica de exposición basada en valores, en la que la persona identifica qué es realmente importante para ella y comienza a dar pequeños pasos alineados con sus valores, independientemente del miedo o la desesperanza inicial. Esto refuerza la sensación de eficacia personal y reduce la evitación experiencial.
3. Desarrollo de Estrategias de Afrontamiento
Además de habilidades de resolución de problemas, ACT promueve la clarificación de valores, ayudando a la persona a construir una vida con sentido a través de acciones comprometidas. Al conectar con lo que realmente le importa, se fortalecen la persistencia y la motivación para salir del estado de indefensión.
4. Apoyo Social
El refuerzo positivo de amigos, familiares o terapeutas es clave, pero en ACT también se enfatiza la compasión y la autocompasión como herramientas fundamentales. Aprender a tratarse con amabilidad y aceptar la propia humanidad ayuda a reducir la autocrítica y facilita la acción en dirección a una vida significativa.
Además, si te interesa el desarrollo personal y la psicología, no dejes de explorar nuestros cursos de psicología y desarrollo.
REFERENCIAS:
Maier, S. F., & Seligman, M. E. (1976). Learned helplessness: Theory and evidence. Journal of Experimental Psychology: General, 105(1), 3-46.
Peterson, C., Maier, S. F., & Seligman, M. E. (1993). Learned helplessness: A theory for the age of personal control. Oxford University Press.
Abramson, L. Y., Seligman, M. E., & Teasdale, J. D. (1978). Learned helplessness in humans: Critique and reformulation. Journal of Abnormal Psychology, 87(1), 49-74.
Alloy, L. B., & Riskind, J. H. (2006). Cognitive vulnerability to emotional disorders. Lawrence Erlbaum Associates.
Hiroto, D. S., & Seligman, M. E. (1975). Generality of learned helplessness in man. Journal of Personality and Social Psychology, 31(2), 311-327.
