Hoy escribo sobre un trastorno de la personalidad en el que la persona que lo padece tiene un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de admiración, demanda una atención excesiva, genera relaciones conflictivas y carece de empatía hacia los demás. Seguro que ya has pensado en alguien… a algunos los has visto en determinados programas de televisión, en el mundo del deporte, presidiendo algún país o, sobre todo, liderando alguna secta. Hoy hablamos de: el trastorno narcisista de la personalidad.
El trastorno narcisista de la personalidad se agrupa dentro del grupo de los trastornos de personalidad llamados dramáticos, emotivos e inestables. Comparte categoría con los trastornos antisocial, límite e histriónico de la personalidad.
Lo primero que hay que aclarar cuando hablamos de trastornos de personalidad es que son trastornos estables y de larga duración. Son crónicos porque afectan a la propia personalidad del individuo y esto es algo muy difícil de cambiar por completo, aunque sí se puede tratar y estabilizar.
Los trastornos de la personalidad tienen inicio en la infancia o principios de la adolescencia. Y se manifiestan en una amplia gama de situaciones personales y sociales. En cuanto al origen del trastorno de la personalidad narcisista es muy probable que comience a fraguarse en la infancia en entornos donde el niño es rechazado o poco tenido en cuenta. El niño, debido al complejo de inferioridad y a los sentimientos de no ser querido comienza a moldear una personalidad que le defienda de estos sentimientos.
Los signos y síntomas del trastorno de la personalidad narcisista y la gravedad de los mismos son variables. Las personas con este trastorno pueden:
- Tener un sentido exagerado de grandiosidad y de prepotencia
- Tener un sentido de privilegio desproporcionado
- Necesitar una admiración excesiva y constante
- Esperar que se reconozca su superioridad, incluso sin logros que la justifiquen
- Exagerar sus logros y sus talentos hasta llegar a ser arrogantes
- Proyectar fantasías acerca del éxito, el poder, la brillantez, la belleza o la pareja perfecta
- Creer que son superiores y que solo pueden vincularse con personas tan especiales como ellas
- Esperar una conformidad incuestionable con sus expectativas
- Monopolizar las conversaciones
- Despreciar o mirar con desdén a personas que ellos perciben como inferiores
- Tener incapacidad o falta de voluntad para reconocer las necesidades y los sentimientos de los demás
- En sus relaciones interpersonales suelen ser explotadores
Al mismo tiempo, a las personas con trastorno de la personalidad narcisista les cuesta enfrentar cualquier gesto o palabra que consideren una crítica y pueden:
- Envidiar a los otros y creer que los otros los envidian a ellos
- Ser impacientes o enojarse cuando no se las trata de manera especial
- Tener notables problemas interpersonales y ofenderse con facilidad
- Reaccionar con ira o desdén
- Tratar con desprecio a los demás para dar la impresión de que son superiores
- Tener dificultad para regular las emociones y la conducta
- Tener grandes problemas para enfrentar el estrés y adaptarse a los cambios
- Sentirse deprimidos porque no alcanzan la perfección
- Albergar sentimientos secretos de inseguridad, vergüenza, vulnerabilidad y humillación
La personalidad narcisista llevada al extremo está muy presente en los líderes sectarios. Estos narcisistas extremos buscan adeptos donde parasitar y los explotan paulatinamente. El líder sectario no es nada sin el adepto y, cuando el adepto se da cuenta de su situación y decide salir de esa secta, el líder suele fragmentarse en su psique e incluso caer en episodios psicóticos. Desde esta perspectiva es muy sencillo observar cómo el líder sectario busca compensar su sentimientos de fracaso y rechazo de la infancia con sus relaciones coercitivas presentes.
Si conocéis o habéis tenido experiencias con un narcisista, utilizad los comentarios de este blog para contarnos vuestra propia experiencia o cualquier información que consideréis oportuna. Juntos aprendemos y ampliamos la información para ayudar al mayor número de personas posible.
En cuanto a las estrategias de intervención para el trastorno narcisista de la personalidad, desde la psicología debemos tener en cuenta los siguientes puntos:
Es aconsejable que el terapéuta no entre en una lucha de poder con estos pacientes, debe de respetar en todo momento sus ideas pero actuar con firmeza.
Estos pacientes suelen tener discursos abstractos y fantasías de grandeza por lo que se recomienda cambiar a un discurso más realista y concreto.
Con técnicas como la inversión de roles se trabaja la empatía, una habilidad social de la que los narcisistas suelen carecer. También es recomendable trabajar en la diferenciación de emoción-pensamiento-conducta.
Todos estos puntos se deben incluir dentro de un tratamiento de larga duración centrado en la terapia de conversación, tratando de manera lenta pero constante de cambiar unos esquemas narcisistas por otros más sanos y mejorando así la vida personal y social de la persona.
