En la historia de la psicología, existen personajes cuya contribución ha sido fundamental, aunque a veces no tan conocida. Uno de estos es Abate Faria, una figura intrigante cuyo trabajo en la hipnosis ha dejado una huella imborrable. En este artículo, nos enfocaremos en desentrañar quién fue Abate Faria y cómo su enfoque innovador transformó la comprensión y práctica de la hipnosis. Prepárate para un recorrido que nos llevará a entender mejor no solo a este personaje, sino también los fundamentos de la hipnosis moderna.
¿Quién fue el Abate Faria?
José Custodio de Faria, más conocido como Abate Faria, emerge como una figura trascendental en la historia de la psicología y la hipnosis. Nacido en 1756 en Goa, India, en el seno de una época colonial portuguesa, es recordado por su pionero acercamiento al estudio de la conciencia humana y su duradera influencia en el ámbito de la hipnosis.
Desde joven, Faria demostró un interés insaciable por los enigmas de la mente humana. Aunque comenzó su carrera enfocado en el sacerdocio, rápidamente amplió sus horizontes hacia áreas que retaban las nociones establecidas, convirtiéndose en un visionario que desafiaba las convenciones de su tiempo. Su erudición y curiosidad lo llevaron a cuestionar las prácticas y creencias de su época, buscando entender y explorar la psique más allá de los límites tradicionales.
Faria se aventuró a Francia, por aquel entonces un centro neurálgico de los estudios psicológicos y filosóficos, donde se dedicó al estudio de la hipnosis. Contrario a las corrientes predominantes del mesmerismo de la época, Faria propuso una teoría revolucionaria: el verdadero poder de la hipnosis residía en la mente del sujeto, no en el hipnotizador ni en fuerzas magnéticas externas. Esta concepción innovadora no solo lo distinguía de sus contemporáneos sino que también sentaba las bases de la comprensión moderna de la hipnosis, enfatizando la importancia de la sugestión y la autohipnosis.
La Revolución del Abate Faria en la Hipnosis
El Cambio de Paradigma
La contribución del Abate Faria a la hipnosis representó un giro copernicano en la comprensión y práctica de esta disciplina. Antes de su llegada, el campo estaba firmemente bajo la influencia del mesmerismo, una corriente que adjudicaba efectos curativos y fenómenos hipnóticos a supuestas fuerzas magnéticas o fluidos invisibles transmitidos por el hipnotizador a través de «pases magnéticos». Fue Abate Faria quien desplazó el foco de esta práctica externa y esotérica hacia el interior del sujeto, introduciendo una metodología revolucionaria basada en instrucciones verbales directas y un enfoque autoritario pero empático.
Este nuevo enfoque enfatizaba la importancia de la sugestión verbal y la respuesta del sujeto, proponiendo que la eficacia de la hipnosis dependía de la capacidad del individuo para responder a estas sugestiones. Según Faria, el «poder» de la hipnosis no emanaba del hipnotizador, sino que residía dentro del propio sujeto, en sus capacidades innatas de concentración, sugestión, y transformación mental. Este entendimiento sentó las bases para lo que hoy conocemos como hipnosis clínica, donde la colaboración entre el hipnotizador y el sujeto es primordial, y el foco está en explorar y potenciar los recursos internos del individuo para el cambio y la sanación.
Un Concepto Pionero: El Sueño Lúcido
Más allá de redefinir la práctica de la hipnosis, Abate Faria introdujo el concepto de «sueño lúcido» para describir el estado hipnótico. Este término, innovador para su tiempo, permitió conceptualizar la hipnosis no como un arte oscuro o un fenómeno sobrenatural, sino como un estado alterado de conciencia, caracterizado por una especial lucidez y control por parte del sujeto. En este estado, el individuo no solo es receptivo a las sugestiones, sino que también puede interactuar conscientemente con ellas, explorando su psique y promoviendo cambios positivos en su comportamiento y percepciones.
El concepto de sueño lúcido propuesto por Faria abrió la puerta a la utilización de la hipnosis como herramienta terapéutica, marcando un antes y un después en el tratamiento de diversas afecciones psicológicas y comportamentales. Este enfoque permitió a los pacientes acceder a un estado de conciencia en el que podían observar y modificar patrones de pensamiento y conducta desde una perspectiva interna, facilitando así su propio proceso de curación y autoconocimiento.
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La Hipnosis según Abate Faria: Técnicas y Principios
Abate Faria no solo cambió la manera en que se veía la hipnosis, sino que también aportó técnicas innovadoras. Su método de inducción, basado en la fijación ocular y en instrucciones directivas como «duerme», sentó las bases de lo que hoy conocemos como inducción hipnótica. Además, destacó la importancia de la sugestionabilidad del sujeto y la necesidad de una participación activa para el éxito de la hipnosis.
Abate Faria y El Conde de Montecristo
La influencia de Abate Faria trascendió los círculos académicos y médicos, llegando a la cultura popular a través de la literatura. Su figura es central en la novela «El Conde de Montecristo» de Alejandro Dumas, donde es retratado como un hombre de gran sabiduría y conocimiento. Este personaje no solo aumentó el interés por Faria sino que también mostró la fascinación que sus ideas y prácticas despertaban más allá de su tiempo. Aunque según muchos estudiosos este hecho no hizo más que perpetuar la ridiculización de todos los que se acercaban al estudio de este fenómeno, tal como paso con Mesmer.
Conclusión
El legado de Abate Faria en el ámbito de la hipnosis es un testimonio de cómo las visiones innovadoras pueden abrir nuevos caminos en campos tan complejos y malentendidos como el de la hipnosis. Aunque sus métodos y teorías eran aún incipientes, Faria marcó el inicio de una transición crucial: de una concepción cuasi mágica de la hipnosis, dominada por rituales y espectáculos, a un entendimiento más científico y pragmático, donde el lenguaje y la sugestión verbal se convierten en herramientas clave.
Esta reorientación hacia el componente verbal y la sugestión en la hipnosis es, quizás, su aportación más perdurable, sentando las bases para el desarrollo de técnicas más refinadas y efectivas en la hipnosis clínica moderna. Aunque el camino desde sus primeros experimentos hasta la práctica contemporánea ha sido largo y lleno de evoluciones, el principio fundamental que introdujo —el poder de la palabra y la mente del sujeto como elementos centrales en el proceso hipnótico— permanece en la práctica actual.
Referencias
- Ordi, H. (2021). Hipnosis en el siglo XXI. Editorial Psicología Moderna.
- Faria, J.C. (1819). De la cause du sommeil lucide ou étude de la nature de l’homme. (E. Bertrand, Ed.). París: Dentu.
- Chertok, L., & Stengers, I. (1989). Le Coeur et la Raison: L’hypnose en question de Lavoisier à Lacan. Paris: Payot.
- Dumas, A. (1844). El Conde de Montecristo. París: Baudry.