Imagina que estás en una reunión importante o con tus amigos y, de repente, sientes cómo tu cara se calienta y se tiñe de un color rojo intenso. No has hecho ejercicio ni te da vergüenza la situación, pero ahí estás, sintiendo cómo todos pueden notar ese cambio en ti. ¿Te suena familiar? Esta situación puede ser más común de lo que piensas y tiene un nombre específico, pero para descubrirlo, y averigüar cómo combatir la eritrofobia, acompáñame en este viaje a través del entendimiento de nuestra propia piel y emociones.
¿Qué es la Eritrofobia?
La eritrofobia es el miedo intenso e irracional a ponerse rojo en público. Es esa sensación abrumadora de que todos te observan y juzgan por ese cambio de color en tu rostro que parece surgir sin motivo aparente. Algunas personas lo viven tan intensamente que puede llegar a afectar su vida diaria, evitando situaciones donde temen que esto pueda suceder.
¿Qué hacer para no ponerme roja?
Para responder a esta pregunta, primero tenemos que entender que ponerse rojo es una reacción natural del cuerpo. Es lo que sucede cuando la sangre fluye más de lo normal hacia tu rostro. Ahora bien, cuando este enrojecimiento se convierte en un miedo, se desata un ciclo complicado: cuanto más intentas controlarlo, más ansioso te sientes y, curiosamente, más probable es que ocurra.
¿Cómo evitar la eritrofobia?
Paradogicamente, es al intentar evitar o controlar la Eritrofobia cuando el problema se intensifica. La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), como herramienta psicológica, nos propone un enfoque distinto. En lugar de luchar contra este fenómeno, la ACT sugiere que lo aceptemos. Aceptar que a veces nos ponemos rojos y que no es el fin del mundo. Dejar de luchar contra ello puede ser, paradójicamente, la mejor manera de disminuir su frecuencia y su impacto en nuestras vidas. Para que comprendas mejor esto del control como parte importante del problema te muestro una metáfora ACT que lo ejemplifica.
Según ACT, la causa principal de la eritrofobia es el esfuerzo por controlar y luchar contra el ponerse rojo. Al tratar de evitarlo a toda costa, le damos más poder a ese miedo. La solución propuesta por la ACT es la aceptación y la disposición a no evitar estas situaciones.
Metáfora del Hombre en el Hoyo
Un individuo avanzaba por un terreno, sus ojos ocultos bajo un pañuelo y con un zurrón de artilugios al hombro. Habían instruido a este viajero que su misión era atravesar aquel espacio sin visión alguna. Desconocía por completo que en aquel terreno se escondían fosas amplias y profundas.
Sin temor, inició su carrera y, sin preverlo, se precipitó en uno de esos vacíos. Tanteando las paredes de su prisión natural, comprendió que no había manera de impulsarse fuera, ni rutas alternativas para su liberación. Revisó su colección de utensilios a ver si poseía algo útil para evadir su confinamiento y solo halló un instrumento para excavar. Esa era su única opción. Entonces se puso manos a la obra con empeño, mas no tardó en percatarse de que su situación no mejoraba.
Escarbó con más fuerza, con mayor rapidez, con golpes grandes y menudos, dispersando la tierra tanto cerca como lejos… y aún así seguía atrapado en la cavidad. Todo su esfuerzo y su laboriosa dedicación solo lograban profundizar más su encierro. Fue en ese instante cuando comprendió que la excavación no era el medio de escape, sino todo lo contrario; era la acción de cavar lo que ampliaba el hueco. Empezó a sospechar que tal vez su estrategia entera era errónea y sin esperanza de éxito, pues con cada palada no encontraba salida, sino que se sumergía más en su pozo.
Relacionando esto con la eritrofobia, podríamos decir que intentar controlar el enrojecimiento es como cavar en ese hoyo. Cuanto más se lucha por evitar ponerse rojo, más profundo y oscuro se hace el problema.
Soluciones y Tratamientos para la Eritrofobia
A pesar de que desde Psycologicamente abogamos por el tratamiento psicológico para superar la eritrofobia, también existen otros remedios alternativos para combatir la eritrofobia. Desde remedios naturales, sobre todo preventivos como no comer picantes o tomar valeriana que ayudan a calmarte hasta opciones más definitivas como la simpatectomía, una operación quirúrgica que interrumpe las señales nerviosas que causan el enrojecimiento. También existen Hipotensivos que ayudan a prevenir el enrrojecimiento como el propanolol.
Es importante señalar que, aunque a veces se relacionan, la fobia social y la eritrofobia no necesariamente ocurren juntas. Una persona puede experimentar eritrofobia sin tener fobia social, y viceversa.
¿Qué Puedes Hacer Tú?
Conocimiento: Entender lo que es la eritrofobia y por qué ocurre es el primer paso.
Aceptación: Practicar la aceptación. En lugar de luchar contra el enrojecimiento, reconócelo como una parte de ti que no define quién eres.
Técnicas de Relajación: Usar técnicas de respiración y meditación para manejar la ansiedad asociada al miedo de ponerse rojo.
Técnicas de defusión Cognitiva: Incluidas dentro de la terapia de Aceptación y Compromiso estas técnicas ayudan a distanciarse y liberarse del control que muy a menudo nos someten pensamientos dificiles.
Opciones Quirúrgicas: Para casos extremos, la simpatectomía puede ser una solución, pero es importante discutir esto a fondo con un profesional de la salud.
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